jueves, 2 de mayo de 2013

VI DOMINGO DE PASCUA-VI SEMANA DE PASCUA


“el que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él”

5 de Mayo
VI DOMINGO DE PASCUA
1ª Lectura: Hechos 15,1-2.22-29
Salmo 66: Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
2ª Lectura: Apocalipsis 21,10-14.22-23
PALABRA DEL DÍA
Jn 14,23-29
“Dijo Jesús a sus discípulos: “el que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy: No os la doy como la da el mundo. Que no tiemble vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, sigáis creyendo”.
Versión para Latinoamérica extraída de la Biblia del Pueblo de Dios


“Jesús le respondió: «Si al guien me ama, guardará mis palabras, y mi Padre lo amará. En ton ces vendremos a él para poner nuestra morada en él.
El que no me ama no guarda mis palabras; pero el mensaje que escuchan no es mío, sino del Padre que me ha enviado.
Les he dicho todo esto mientras estaba con ustedes.
En adelante el Espíritu Santo, el Intérprete que el Padre les va a enviar en mi Nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que yo les he dicho.
Les dejo la paz, les doy mi paz. La paz que yo les doy no es como la que da el mundo. Que no haya en ustedes angustia ni miedo.
Sa ben que les dije: Me voy, pero volveré a ustedes. Si me amaran, se alegrarían de que me vaya al Padre, pues el Padre es más grande que yo.
Les he dicho estas cosas aho ra, antes de que sucedan, para que cuando sucedan ustedes crean”. 

 
REFLEXIÓN
                La ausencia física de Jesús en medio de los suyos fue siempre un problema para los cristianos, sobre todo para los apóstoles y los primeros discípulos tan marcados por la experiencia vital del Maestro.
            Muchas eran las preguntas que podían hacerse: ¿Cómo continuar su obra? ¿Cómo escuchar su palabra? ¿Cómo hacer frente a los problemas y dificultades que seguramente se suscitarán con el correr del tiempo? ¿Cómo interpretar correctamente sus palabras y darles el sentido exacto? ¿Y cómo organizar una comunidad que apenas estaba esbozada al morir su fundador?
            Y el evangelista Juan, preocupado por esta comunidad cristiana que debe ser la prolongación de Cristo en el tiempo y en el espacio, nos da una respuesta e insiste en ella; es el don del Espíritu Santo el que completará la obra de Jesús. Juan y Lucas son los dos evangelistas que subrayan constantemente la obra del Espíritu en la comunidad cristiana.
            Acercándonos ya inmediatamente a la celebración de la Ascensión del Señor y a Pentecostés, no nos extrañemos de que la liturgia incline hoy nuestra mirada hacia el Espíritu Santo que debe juzgar un papel tan importante en la dinámica de la comunidad cristiana. Como sucede en estos domingos, mientras el evangelio de Juan nos presenta el postulado teórico de la cuestión, el libro de los Hechos nos da la visión pragmática desde ciertas situaciones concretas.
            Jesús se va al Padre y siente la preocupación de los apóstoles por esa ausencia que puede ser también una ruptura. Por eso les dice:  “Os he hablado ahora que estoy a vuestro lado; pero el Paralítico (o abogado), el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho”.
            El Espíritu Santo es llamado por Jesús “defensor” o “abogado” –literalmente, Paráclito-, porque no deja sola a la comunidad sino que está a su lado para siempre. No es un abogado para después de la muerte, sino un defensor para asesorar a la comunidad aquí, en esta larga marcha histórica. El Espíritu es el “otro” defensor, el segundo abogado, ya que el primero es el mismo Cristo, cabeza indiscutible de la Iglesia, como lo llama Pablo.

ENTRA EN TU INTERIOR
“Dijo Jesús a sus discípulos: “el que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él”.
                Es una palabra de amor: “haremos morada en él”. Hasta qué punto Dios nos ha amado, que no sólo nos habla desde fuera, sino que se hace palabra en nosotros; que no sólo se acerca, sino que se hace intimidad en nosotros; es un amor entrañado en nosotros.
                Esto tiene algunas consecuencias:
-          Ya nunca puedes sentirte solo. Tienes una divina compañía.

-          Ya nunca puedes sentirte triste o débil. Tienes el consuelo y la Fuerza de Dios contigo.

-          Ya no puedes despreciarte o deprimirte. Tienes una maravillosa dignidad.

-          Ya no puedes marginar o menospreciar al pobre y a nadie, porque también ellos están tocados por la divinidad.

-          Ya no puedes quedar indiferente ante los hermanos que viven arruinados física y espiritualmente, porque son profanaciones de la morada de Dios.

-          Ya no puedes guardar para ti estos tesoros, tendrás que hacer como Cristo, llevar al mundo la palabra y el amor.

-          Ya no hace falta buscar un lugar secreto para rezar o gritar mirando al cielo, basta que mires hacia dentro y te pongas a la escucha.

-          Y ya no podrás conformarte con dedicar un ratito a la oración, sino que debes orar siempre, abierto a la presencia de Dios.

-          Ya no podrás hacer nada por tu cuenta, debes escuchar el parecer de los que te habitan.

-          Ya no puedes vivir para ti, has de vivir para ellos y has de vivir como ellos, creando la comunión.


ORA EN TU INTERIOR
            El Espíritu y nosotros… Nosotros todos, toda la comunidad es la depositaria de este don por excelencia del Padre. Mientras los cristianos sepamos decir: “El Espíritu Santo y nosotros”, no habrá peligro de divisiones ni de violencias internas, aun cuando los problemas planteados presenten puntos de vista distintos y hasta opuestos.
            Esta es la lección que debemos recoger del libro de los Hechos de los apóstoles: una lección tan sabía como dura de aplicar cuando las pasiones ciegan al espíritu.
ORACIÓN
                Señor, sé, que comulgar es afianzar la fe en un solo Señor, en un solo Espíritu y en un solo Padre bajo cuya luz caminamos por el desierto de la vida. Envía a nuestros corazones el don de tu Espíritu, para que él y nosotros sepamos encontrar el camino de una Iglesia unida, abierta y generosa.
 
Expliquemos el Evangelio a los niños
Imágenes proporcionadas por Catholic.Net
 

 
 
 
LUNES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA

6 DE MAYO

·         Hechos 16,11-15

En su primera escala, Pablo desembarca en pleno mundo romano. En efecto, Filipos, la ciudad que le llegará a ser tan querida, estaba poblada sobre todo por campesinos italianos.
            Allí el judaísmo era marginal; los sábados, la colonia judía se reunía a la orilla del río para orar. Pablo se dirige a aquel lugar, toma la palabra y bautiza a Lidia, vendedora de púrpura, una prosélita. Espontáneamente, ella pone su casa a disposición del apóstol. Es a la Iglesia a quien recibe en ella.

·         Salmo 149: “El Señor ama a su pueblo”.

PALABRA DEL DÍA

Juan 15,26-16,4a

“Dijo Jesús a sus discípulos: “Cuando venga el Defensor, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os tambaleéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os de muerte pensará que da culto a Dios. Y eso lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho”.

REFLEXIÓN

“Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero, como decís que veis, vuestro pecado sigue ahí (Jn 9,41). Ante las autoridades judías, el ciego había defendido la causa de la luz; por eso, cuando los fariseos le expulsaron de la sinagoga, excomulgaron al propio Jesús. Pero Jesús había invertido la situación y emitido a su juicio sobre los malos pastores.
De hecho, con la muerte de Jesús ha llegado la hora del juicio. Los discípulos son llevados ante los tribunales, pero un “abogado” les defiende. Los que han compartido la vida de Jesús desde el comienzo de su ministerio, dan su testimonio, pero a través de ellos es el espíritu quien testimonia y da su verdadera dimensión a la palabra de los hombres. Sí, ahora es el juicio del mundo, pero el abogado de la defensa ocupa el puesto del ministerio fiscal. Que los cristianos recuerda n esto en el momento de la prueba: no tienen nada que temer, ya que el mismo espíritu habla por ellos.

MARTES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA

7 DE MAYO

·         Hechos 16,22-34

A raíz de un exorcismo, Pablo y Silas son flagelados y encarcelados. Sin embargo, parece que el privilegio de la ciudadanía romana de Pablo les permite salir enseguida bien librados. Relato interrumpido por los vv. 25-40, que relata la liberación milagrosa de Pablo y Silas que da pie a la conversión del guardia de la prisión.

·         Salmo 137: “Señor, tu derecha me salva”.

El salmo 137 pertenece al género de la acción de gracias. Recuerda la angustia en que se ha encontrado el fiel, y menciona la acogida favorable.

 

PALABRA DEL DÍA

Juan 16,5-11

“Dijo Jesús a sus discípulos: “ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?”. Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena porque el Príncipe de este mundo está condenado”!

REFLEXIÓN

Jesús anuncia de nuevo su partida, igual que en la primera sección del discurso de despedida. Pero si antes eran los discípulos Pedro, Tomás y Judas Tadeo quienes planteaban interrogantes al maestro, ahora nadie se atreve a preguntarle a dónde va, porque la tristeza ha invadido el corazón de todos. “Sin embargo, os conviene que yo me vaya –les dice Jesús-, porque si yo no me voy no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy os lo enviaré”. Jesús está refiriéndose a su muerte, necesaria para su glorificación. Precisamente por el camino paradójico del fracaso, Cristo resucitado fundamentará definitivamente la fe de sus discípulos.

MIÉRCOLES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA

8 DE MAYO

·         Hechos 17,15.22-18,1

Pablo predica en Atenas, aprovecha para ello, el altar que descubre dedicado “al dios desconocido”. Pablo empieza por exaltar la espera religiosa que se manifiesta en el pueblo ateniense. ¿No elevan altares a dioses desconocidos para conseguir sus favores? Pero Pablo anuncia a ese Dios al que los paganos reverencian sin conocerle: es el Dios de los judíos, el Dios de Jesucristo, el Dios único, creador y providente.

·         Salmo 148: “Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria”.

El salterio termina con himnos como el salmo 148, que durante el tiempo pascual jalonan los progresos de la evangelización.

PALABRA DEL DÍA

Juan 16,12-15

“Dijo Jesús a sus discípulos: “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Pues lo que hable no será suyo, hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de mí lo que os irá comunicando. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que tomará de lo mío y os lo anunciará”.

REFLEXIÓN

El Espíritu tiene, entre sus tareas, la función magisterial respecto a los discípulos, como afirma hoy Jesús: “Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora. Cuando venga el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena. Lo que hable no será suyo… tomará de lo mío y os lo anunciará”. Jesús habla de “verdad plena”-
No es que el Espíritu venga a revelar verdades nuevas  sobre Dios que Cristo no hubiere ya enseñado. Solamente Jesús es la palabra de Dios. Y cumplió plenamente la misión de revelarlo.

JUEVES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA

17 DE MAYO

·         Hechos 18,1-8

Después de Atenas, está Corinto. Sus dos puertos son tan famosos como sus vicios. Llegado en el 49-50, Pablo encontró entre los estibadores un judío atento y cordial. Pero, como en cualquier parte de Grecia, había también filósofos aficionados a los hermosos discursos y a las nuevas teorías. La predicación del apóstol no concedió nada a la sabiduría del mundo; prefería la locura de la cruz.

·         Salmo 97: “El Señor revela a las naciones su victoria”.

“Cantad al Señor un cántico nuevo”. El salmo 97 canta la obra del Espíritu en la Iglesia.

 

PALABRA DEL DÍA

Juan 16,16-20

“Dijo Jesús a sus discípulos: “Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volvéis a ver”. Comentaron entonces algunos discípulos: “¿qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver”. Y eso de “me voy con el Padre?”. Y se preguntaban: “¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice”. Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: “¿Estáis discutiendo de eso que  os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver”? Pues sí, os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría”.

REFLEXIÓN

Jesús anuncia a sus discípulos su inminente partida y su pronto retorno, que cambiará la tristeza de los suyos en alegría. Cristo no les dice adiós, sino hasta luego: “Dentro de un poco ya no me veréis; dentro de otro poco me veréis. Porque voy al Padre”. Entendido a corto plazo y dentro del contexto de la última cena, en el juego de palabras que emplea Jesús y según la mayoría de los padres griegos, el breve tiempo que separa la cena de la pasión, y el “dentro de otro poco” da a entender el corto intervalo entre la muerte y las apariciones pascuales del Señor resucitado.

VIERNES DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA

18 DE MAYO

·         Hechos 18,9-18

Por primera vez, el cristianismo se encuentra acusado ante un tribunal pagano, el del procónsul Galión, hermano del filósofo Séneca. La cuestión debatida es todo un programa, ¿es el cristianismo una variante del judaísmo o es una religión nueva.

·         Salmo 46: “Dios es el rey del mundo”.

El salmo 46 es un himno. El tema de la conquista de la tierra prometida está relacionado esta vez con el éxito de la misión cristiana.

PALABRA DEL DÍA

Juan 16,20-23

“Dijo Jesús a sus discípulos: “Os aseguro que lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada”.

REFLEXIÓN

La proclamación del evangelio comienza repitiendo la última frase de Jesús a sus discípulos en el evangelio de ayer al anunciarles, una vez más, su partida: “Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegrías”. Se trata de una alegría que surge triunfante del dolor. Para expresarla se sirve Jesús de una breve parábola, sacada de la experiencia del nacimiento de un niño. “La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza porque ha llegado su hora; pero en cuanto da a luz al niño ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre”.

SÁBADO DE LA SEXTA SEMANA DE PASCUA

19 DE MAYO

·         Hechos 18,23-28

Pablo se pone otra vez en camino y regresa a Antioquía. Visita las comunidades de Galacia y Frigia. Finalmente, llega a Éfeso, uno de los mayores centros comerciales y religiosos del mundo greco-romano. Antes que él había llegado un judío, originario de la ciudad egipcia de Alejandría y conocido por el nombre de Apolo. Estamos mal informados acerca de este predicador; era un hombre versado en la Escritura y anunciaba a Jesucristo, pero su enseñanza parece que era muy arcaica, incluso de antes de Pentecostés. Lucas dice que Priscila y Aquila completaron su instrucción antes de enviarle a Corinto, donde hizo un excelente trabajo.

·         Salmo 46 (el mismo que ayer viernes)

PALABRA DEL DÍA

Juan 16,23-28

“Dijo Jesús a sus discípulos: “Yo os aseguro, si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa. Os he hablado de esto en comparaciones; viene la hora en que ya no hablaré en comparaciones, sino que os hablaré del Padre claramente. Aquel día pediréis en mi nombre, y no os digo que yo rogaré al Padre por vosotros, pues el Padre mismo os quiere, porque vosotros me queréis y creéis que yo salí de Dios. Salí del Padre y he venido al mundo, otra vez dejo el mundo y me voy al Padre”.

REFLEXIÓN

Jesús, expone dos consecuencias que brotan de la unión con los suyos. En días anteriores de este tiempo pascual, meditando sobre el discurso de despedida de Cristo, veíamos el círculo de amor que se establece entre el Padre, Jesús, el Espíritu, los creyentes y de éstos entre sí. Hoy se extraen dos aplicaciones de tal intimidad y comunión de vida. La primera, respecto de la oración, y la segunda, respecto del conocimiento de Jesús y del Padre. Son “privilegios” que disfrutará el discípulo de Cristo.

AMAOS UNOS A OTROS COMO YO OS HE AMADO

 
 


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